Queso de Flor

Características Generales

Entre las principales características de estos quesos está el hecho de que su producción es totalmente artesanal, y se hace continuando una tradición de más de cuatro siglos. Se producen en las medianías húmedas de los municipios de Santa María de Guía, Gáldar y Moya con leche cruda de oveja de raza canaria, aunque pueden también encontrarse mezclas realizadas con leche de vaca e incluso de cabra de las razas locales.

Su principal valor radica en ser el único queso de Canarias que utiliza para la coagulación de la leche un coagulante vegetal, la flor del cardo en su especie cynara cardunculus. Esta peculiar elaboración, unida a la extraordinaria calidad de la leche de la zona, rica en pastos aromáticos, ha dotado a estos quesos de características muy diferenciadas, lo que los ha hecho merecedores de la Denominación de Origen Protegida en el año 2007.

Los Quesos de Guía y Flor de Guía tienen un peso que oscila entre los 2 y 5 kilos, y forma cilíndrica con bordes redondeados. De aspecto ceroso y color que va desde el blanco marfil hasta el amarillo pajizo, esta tonalidad va oscureciéndose en los quesos curados. Sus bordes laterales son lisos y en las caras planas muestra la impresión de un dibujo en forma de flor.

Su pasta es blanda, casi fundente y sus aromas van modificándose con la maduración, teniendo inicialmente notas de frutos secos con toques amargos, para ir dando paso a unos aromas pronunciados e incluso algo picantes. Para disfrutar de todo el aroma y sabor que identifica a estos quesos, es recomendable que transcurra un periodo de, al menos quince días, desde su elaboración.