EL AYUNTAMIENTO DE GUÍA APLAUDE LA PROPUESTA DEL CABILDO DE

EL AYUNTAMIENTO DE GUÍA APLAUDE LA PROPUESTA DEL CABILDO DE GRAN CANARIA PARA DECLARAR LA ERMITA DE SAN JUAN COMO BIEN DE INTERÉS CULTURAL

La Corporación insular elevará al Ejecutivo autónomo la propuesta de declaración como BIC de esta Ermita con la categoría de Monumento


El Cabildo de Gran Canaria elevará al Gobierno de Canarias la propuesta de resolución del expediente de  declaración como Bien de Interés Cultural de la Ermita de San Juan con la categoría de Monumento.  Así se lo ha comunicado el consejero insular de Cultura, Carlos Ruiz, al alcalde de Guía, Pedro Rodríguez, durante el encuentro mantenido entre ambos representantes políticos.

El primer edil guiense ha mostrado su satisfacción ante esta resolución “ya que por fin”, subrayó, “tras todos estos años de espera hemos logrado dar un paso importante para que esta parte de nuestro patrimonio pueda ser incluida dentro del catálogo de Bienes de Interés Cultural del Gobierno de Canarias y beneficiarse así del reconocimiento y protección que merece”, indicó.

Desde septiembre de 2011, el Ayuntamiento de Guía reactivó la tramitación del expediente para la declaración como BIC de esta Ermita ante el  Servicio de  Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria,   al ser éste el órgano  competente para la tramitación del mismo.

Según el dictamen emitido en sentido favorable por el Museo Canario para su declaración como BIC incluido en el expediente “esta ermita ostenta valor como muestra de la arquitectura religiosa popular de tradición mudéjar y de la relación histórica y espacial con su entorno natural y núcleo de población circundante”.

También en el expediente aportado en su momento para la tramitación de este  BIC por el archivero municipal, Sergio Aguiar,  se señala que el barrio de San Juan “nació como topónimo a partir de la construcción de la ermita en el año 1690, convirtiéndose ésta en un hito, en un edificio clave que marcará desde entonces el territorio y que será centro de peregrinación anual de los vecinos de la comarca”.

Asimismo, continúa el citado expediente, “alrededor de la ermita, y especialmente en la línea del camino real  que linda con ésta, se irá formando un núcleo de población que, con el paso de los años conformará un caserío, hasta consolidarse con un destacado  núcleo urbano. Por tanto la ermita como edificio ha sido el punto clave, no sólo para la denominación del barrio, sino para las actividades sociales y religiosas durante los últimos 328 años”.